Aprovechando estas vacaciones para tomar aire en la Sierra de
Cazorla, Segura y las Villas, he visitado el
museo de Miguel Hernández y Josefina Manresa que se acababa
de inaugurar en Quesada. El pueblo de Josefina acoge el archivo que posee la
familia del escritor, tras el escaso interés de su pueblo natal, Orihuela. Hay
heridas, que siguen sangrando.
Un estremecimiento recorre la espalda desde que uno llega
al
Museo Zabaleta, sede del Museo de Miguel Hernández y Josefina, donde se recorren
todo tipo de documentos: textos manuscritos, dedicatorias, imágenes,
grabaciones, vídeos,…
Un museo del siglo XXI para un autor destinado a la
eternidad. Os dejo unas imágenes hasta que podáis acudir a visitarlo, porque será (es, ya) uno de los destinos imprescindibles para los amantes de la poesía.